El cambio de la Peseta al Euro y sus consecuencias.

 El 1 de enero de 1999 el euro sería la nueva moneda que tendrá validez en los países que pertenecen a la Unión Monetaria Europea. En nuestro país la peseta fue sustituida oficialmente por el euro  el 1 de enero de 2002, donde conviviría con la peseta  hasta el 28 de febrero de este mismo año.
Al implantar la misma moneda en toda la Zona Euro nos dio la ventaja de poder utilizar la misma moneda en todos los países pertenecientes a la Unión Económica Europea aunque esta ventaja también nos trajo una desventaja como es la de adaptarnos a una nueva moneda, lo que fue todo un reto para los españoles y los otros doce países europeos que como nosotros aceptaron integrarse en la Zona Euro.
Todo el cambio de moneda trajo consigo un trabajo anterior para fijar la conversión del euro en cada país participante. En nuestro caso sería establecer cuántas pesetas equivalían a un euro que finalmente quedó fijada en 166,386 pesetas.
El tipo de cambio fijado por unanimidad de los Estados miembros que inicialmente adoptaron la moneda única fue obligatorio a partir del 1 de enero de 1999, fecha a partir de la cual se pudo utilizar el euro en las transacciones, a excepción de los cobros y pagos en efectivo, para los que se siguieron usando las monedas y billetes de cada país hasta el 1 de enero de 2002.
A principios de septiembre de 2001 comenzó la distribución de monedas y billetes en euros para entidades financieras y grandes superficies comerciales y el 1 de diciembre para el resto del sector comercial y hostelero a través de las entidades financieras.
A mediados de diciembre 2001, los ciudadanos ya podíamos conseguir euros en las entidades financieras por un importe equivalente a 2.000 euros/persona, de manera que el 1 de enero de 2002 quedó ampliado el uso del euro a los cobros y pagos en efectivo, aunque la peseta siguió siendo válida como medio de pago en curso legal con pleno poder liberatorio, en cuanto una subdivisión del euro al tipo de conversión, hasta el 28 de febrero de 2002, momento en el que la peseta perdió su curso legal y sólo conservó, de momento, su mero valor de canje.
Tras esto, los que tuvieran billetes y monedas en pesetas y la quisiesen utilizar en transacciones económicas debería canjearlo por Euros en los Bancos Centrales Nacionales y otras entidades financieras colaboradoras.

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Los billetes son de cinco, diez, veinte, cincuenta, cien, doscientos y quinientos euros. Cada uno tiene un tamaño, acorde a su valor, y un color dominante, que en el de cinco euros es el gris; en el de diez, el rojo; en el de veinte, el azul; en el de cincuenta, el naranja, en de cien, el verde; en el de doscientos euros el color predominante es un amarillo que se aproxima a un color castaño y en el de quinientos predomina el color púrpura.

Las monedas son ocho con valores de un, dos, cinco, diez, veinte y cincuenta céntimos y un y dos euros. Tienen una cara común para todos los países y una cara nacional.


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Después de 134 años la peseta fue sustituida por el euro cosa que no a todo el mundo gusto mucho. Además tras la crisis muchos economistas y ciudadanos defienden la vuelta de la peseta a España.  Aunque compartir una divisa tiene muchas ventajas, la soberanía monetaria también tiene otras ventajas que a día de hoy parecen estar ganando importancia. El debate está ganando fuerza mientras se prolonga la 'nueva normalidad' y el mercado laboral no recupera la robustez previa a la crisis.
Los que piensan que devolver la soberanía monetaria a algunos países de la Eurozona es una ventaja nos explican que así se podría realiza un ajuste del tipo de cambio nominal para recuperar la competitividad de forma rápida, una vez aparecen los desequilibrios. Este es el caso de los economistas del banco de inversión Natixis, que aseguran en una nota publicada en septiembre del 2016 que España estaría mucho mejor en la actualidad si hubiera podido devaluar la peseta o si la peseta se hubiera depreciado en el mercado de divisas.El Bando de España le responde, que una depreciación del tipo de cambio puede ser un mecanismo para elevar la competitividad de forma rápida.
Para los ciudadanos las ventajas más claras son: la reducción de los costes de los viajes a otros países de la Unión Europea ya que la moneda tiene el mismo valor. Otra de las ventajas es la bajada del tipo de interés que reducirá el precio de los préstamos y de la inflación.
Pero por otro lado también tenemos desventajas como es: el problema logístico de sustituir las pesetas al euro sobre todo para las entidades financieras, cajas y bancos ya que deben realizar el cambio de todas las pesetas que poseen al euro.
Una de las similitudes más claras del paso de la peseta al euro fue que afectó a la mayor parte del mundo mayoritariamente a Europa, también se caracteriza por su corto periodo de tiempo, que fue de un día para otro. Otra similitud que puede tener es que ambos tuvieron un cambio en la economía, en la Revolución Industrial con la fabricación de maquinarias se obtuvieron mejores resultados y mas rápido lo que aumentaron la producción y por tanto aumentó el crecimiento económico.
Provocó también una desigualdad entre clases ya que los que solían tener muchas pesetas hizo que perdiera mucho poder adquisitivo. Y por último el paso al Euro provocó que muchas de las ciudades se centralizaran en un mismo punto.











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